que es el internet de las cosas

El futuro ha llegado con el llamado Internet de las cosas

El día en que el futuro que vemos en las películas llegue a nuestras vidas, parece que está un poquito más cerca. Ya está aquí el llamado «Internet de las cosas» ¿Pero qué significa este término?

Cierra los ojos e imagínate que por ejemplo, cuando adquieras una botella de ginebra, ésta te hable, te conozca, sepa tus preferencias e incluso te aconseje otros productos relacionados o que repongas más unidades para la nevera de tu casa. ¿Lo has hecho? Pues abre bien los ojos porque el futuro ha llegado.

El que se haya imaginado a el mismo charlando durante horas con su tostadora, o bailando a la luz de la luna con su televisor de plasma, ha llevado su imaginación un paso más allá, pero si lo piensas bien, la idea es prácticamente cierta.

Según un estudio publicado en la Mobile World Congress, en unos cinco años aproximadamente, habrá un billón de productos que estarán conectados entre sí, y con nosotros, de forma digital. Esto supondrá una auténtica revolución de las máquinas, pero sobre todo una revolución en nuestros hábitos de consumo.

«En unos cinco años aproximadamente, habrá un billón de productos que estarán conectados entre sí, y con nosotros, de forma digital. «

David Friedman (co-fundador de Ayla Networks) explica que de aquí a pocos años, todos los productos que adquiramos estarán conectados entre sí, y además lo estarán con el mobiliario y electrodomésticos de nuestro hogar. Lo que supone un paso más allá a las habituales tendencias de domótica a las que hasta ahora estábamos acostumbrados y que parece que no terminan de desembarcar del todo en el consumidor medio de tecnología.

Y es que los siguientes meses serán decisivos a la hora de desarrollar productos físicos que estarán conectados unos con otros, y por ende, con los humanos, que al fin y al cabo somos los más interesados en mover los hilos de este nuevo tejido cibernético.

Leyendo estas cosas uno siente el entusiasmo y el vértigo de que sin duda la tecnología está avanzando a pasos agigantados cada día. Es algo innegable a lo que nos tendremos que acostumbrar, la tecnología al servicio del ser humano, para hacer nuestra vida más fácil. Un reto apasionante sin duda, que más bien parece salido de la puesta en escena de películas como Blade Runner o Matrix. Quizá sin llegar al límite de que nos enamoremos de un sistema operativo como reflexionó Spike Jonze en su película Her, pero desde luego, el que no quiera ver esto como algo real, es que tiene una venda en los ojos lo suficientemente grande y analógica como para caer de bruces en una inmensa brecha digital.

Así que los consumidores más pro-activos serán como siempre, los encargados de guiar al resto de consumidores en esta nueva era tecnológica en la que ya nos hayamos inmersos. Y posiblemente, las nuevas empresas start-up, debido a su carácter más arriesgado e innovador, pero sobre todo flexible, serán las encargadas de recoger el testigo que plantean las nuevas y acuciantes necesidades del mercado.

Parece claro, que el ser humano, tiene la necesidad de estar conectado con sus semejantes. Y para ello no duda en esgrimir la facilidad que aportan las nuevas tecnologías. Esto queda explicado en la cada vez más famosa «Teoría del retraso genómico», que explica la paradoja de que el ser humano prefiere compartir sus experiencias con personas que están a miles de kilómetros a través de Facebook, blogs y otras redes sociales, antes que charlar con otras personas a las que tiene a tan sólo unos metros de distancia. Todos hemos visto, como hay cafeterías llenas de amigos que lo único que hacen es mirar las pantallas de sus smartphones o tablets. Por ende, esta necesidad de estar conectado, también será satisfecha con la llegada de este «Internet de las cosas«.

Si eres un apasionado de las redes sociales, no te pierdas este artículo de nuestro blog: «Nueva Epidemia 2015: las redes sociales«.

Además, surge la necesidad de crear un nuevo lenguaje universal para esta tecnología, es decir, un lenguaje para que todas esas «cosas» y gadgets, se puedan comunicar entre sí, una especie de intento por recuperar el mítico «esperanto» que pretendía convertirse en un lenguaje universal que se pudiera emplear en cualquier país del mundo. Desde luego, la tecnología y la conectividad de los productos de consumo es una forma de democratizar nuestros estilos de vida y asentar la base de un consumo globalizado y homogéneo de tecnología.

¿Implicará esto que con el Internet de las Cosas, mi teléfono móvil o mi cafetera controlarán mi vida y mis pensamientos? Mira a tu alrededor, ¿acaso no lo hacen ya? ¿Acaso no sueñan las máquinas con ovejas eléctricas?

Fuente Foto: Youtube (Creative Commons)